
Hoy los motores de los vehículos del IRC han comenzado a rugir a lo largo de los doce tramos que han conformado la primera etapa del Rallye Vinho da Madeira. Tras la súperespecial celebrada ayer al atardecer en los contornos del puerto marítimo de Funchal, hoy las verdaderas juezas de la carrera han sido las traicioneras curvas que jalonan las montañas de la bella isla del Atlántico.






