Nuevo final de infarto en una carrera del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA, con un rallye que no se ha decidido hasta la meta del último tramo y donde la pareja de M-Sport formada por  Sébastien Ogier y Julien Ingrassia a los mandos de su Ford Fiesta WRC han logrado una victoria de gran prestigio, no sólo por hacerlo en una carrera mítica en el país sede de su equipo, sino porque, además de ser la quinta consecutiva aquí para el francés, este triunfo les devuelve sus posibilidades en un Campeonato del Mundo que llegará a España con los tres pilotos del momento: Neuville, Ogier y Tänak, luchando por un mundial que no está ni mucho menos decidido. 

 

El viernes, con unas especiales centradas por los bosques del norte de Gales, constaba de 4 tramos por la mañana a los que se dio una segunda vuelta por la tarde tras una asistencia intermedia en Deeside. Un espectacular Tänak dominaba las condiciones húmedas y fangosas de toda la jornada para llegar primero al final de la misma con una ventaja de 28,8 segundos sobre el líder del certamen, Thierry Neuville. Ganó tres tramos consecutivos por la mañana y en el cuarto sólo cedió 3 décimas al belga.

Por la tarde ganó otros dos tramos, con Latvala y Neuville repartiéndose los otros dos, en un itinerario con cambios frecuentes en el agarre del piso. Elfyn Evans, ganador de este rallye un año antes, sucumbió por un fallo de motor, con el resto de pilotos con más o menos problemas, entre ellos sus compañeros Ogier, con problemas de cambio, y Suninen, que se cayó a una zanja.

El sábado fue una jornada maratoniana, más de 15 horas al volante, 9 especiales ubicadas al sur de Gales y sin asistencia mecánica posible. Ogier-Ingrassia protagonizaron un gran día, toda vez que lo finalizaron en primera posición, tras ascender desde la quinta plaza en la que empezaron. Gracias en parte a los problemas de Neuville primero, pero sobre todo al abandono de Tänak, aunque tampoco podemos negarle al francés su gran calidad, ya que ha rodado fortísimo durante toda esta segunda jornada.

Ello dibujaba una fantástica acumulación de pilotos en la parte alta de la provisional, todos con posibilidades de ganar, lo que de seguir así el resto de la carrera dejaría la clasificación provisional del WRC en una posición más que interesante de cara al RallyRACC. Es esos momentos Ogier iba líder, Tänak estaba fuera de los 10 primeros y Neuville batallaba en la 8ª plaza debido a una salida de pista en la que perdió un buen puñado de segundos.

La primera parte de la jornada vivió una estupenda alternancia en cabeza, hasta el punto que cinco pilotos se turnaron en los scratch: Ogier, Ostberg, Tänak, Mikkelsen y Latvala. Por la tarde, Mikkelsen dos veces, Ogier y Latvala cerraron el día en el que según se ha comentado Tänak ya no estaría, al parecer víctima de un aterrizaje duro en el que dañó el radiador. El trío compuesto por Ogier, Latvala y Lappi cesó sus acciones del día con menos de 12 segundos entre ellos, lo que prometía un domingo sin concesiones. A menos de 2 segundos de Lappi finalizó Craig Breen, pero aunque la distancia era mínima, no se esperaba la reacción del británico.

La tensión se palpaba en la temprana salida de Deeside, nadie se iba a guardar nada ya que gran parte del mundial estaba en juego. Cinco eran las especiales que formaban el recorrido del día, al norte de Gales, con 55,64 km contra el crono. En el primer tramo, Elsi (10,06 km), los Toyota salían en tromba, Lappi por delante de Latvala y Ogier tercero, que aún así mantenía el liderato por 1,7 segundos. En el segundo, nada menos que el Power Stage de Gwydir (14,70), otra vez los Yaris confirmaban su buen estado, pero esta vez con Tänak secundando a un motivado Latvala, que gracias a su segundo scratch del día desbancaba a Ogier, tercero en este tramo, del liderato del rally. El francés parecía no poder contener a la armada nipona, pero sin que su ritmo pueda considerarse bajo. Tras este trío, Neuville y Lappi completaban los cinco pilotos que sumaban puntos.

En Great Orme Llandudno (8,03 km), tramo de asfalto que serpentea paralelo a la costa antes de entrar a las calles de Llandudno, llegaba el súmmum. Ogier marcaba el scratch con Latvala segundo, a 3,4", por lo que al llegar a la zona de cambio de neumáticos para afrontar las dos últimas especiales (un total de 22,73 km), sólo 2 décimas separaban al finlandés de Toyota del francés de Ford, ¡apoteósico! En el camino, Lappi se había prácticamente descartado al acumular ya 17" largos sobre el líder.

Los 14,7 km de Gwydir eran recorridos a un ritmo extraordinariamente elevado, Ogier-Ingrassia volaban literalmente y se llevaban el mejor tiempo con 3,3" sobre unos Latvala-Anttila que por lo tanto se presentaban al último tramo con 3,1" de retraso sobre los nuevos líderes. Ganar el Gales Rally GB es un premio extraordinario, pero si Ogier era finalmente el ganador y Neuville terminaba retrasado, el francés podía colocarse líder del mundial, y a eso iba el 5 veces Campeón del Mundo.

Con un enorme retraso debido a un accidente de unos motoristas sin relación con el rallye, Great Orme Llandudno y sus 8,03 km dictaban sentencia, favorable y con todo merecimiento para Ogier-Ingrassia y su Ford Fiesta WRC, autores de un scratch que no dejaba nada de dudas, finalizando el rallye con 10"4 sobre la armada Toyota, que ocupaba las otras dos posiciones de podio.

Sin duda el Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA sale de Gales hacia España con la máxima emoción y la máxima igualdad. Neuville, Ogier y Tänak saldrán a por todas desde el principio, ya que no les queda otra que intentar ganar. Solamente quedan dos citas y las espadas están en alto.

 

Alberto Novoa.

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