Repasamos la trayectoria del único equipo español en la historia del mundial de Rallyes, durante sus años en la máxima categoría.
 

El año 2000 debía ser el de Seat Sport. El fichaje de Didier Auriol, que venía de luchar el campeonato del mundo hasta el final frente a Makinen en 1999, era el de un piloto TOP de verdad, lo que unido a la juventud y madurez demostrada por Toni Gardemeister la temporada pasada daba garantías de un equipo muy completo.

Probablemente el equipo Seat iba a enfrentarse al mundial con más oposición de la historia. No podemos olvidar que en este año hasta 7 marcas estaban presentes en el WRC, Mitsubishi, Ford, Subaru, Skoda, Hyundai y Peugeot serían los duros rivales de Seat.

El campeonato comenzaba una vez más en el Rallye Montecarlo. Seat se presentaba con sus dos pilotos en situaciones bien distintas. Gardemeister sólo había corrido una vez con un Kit-Car, el que probablemente es el Rallye más complicado del año, mientras que Auriol lo había ganado en nada menos que 3 ocasiones. Pero otra vez Gardemeister se empeñaba en romper con todas las reglas establecidas. Desde el primer tramo se mostraba mucho más rápido que su compañero de equipo y luchaba por el pódium de tú a tú con nombres como Sainz, Mcrae o Kankkunen, increíble una vez más. Después de acabar 3º el segundo día, en el último varios problemas le hacían ceder esa plaza y acababa 4º. Aun así, había realizado probablemente el mejor Rallye de su vida, conociendo la dificultad del Montecarlo. Por su parte Didier nunca se encontró cómodo y terminaba por abandonar a dos tramos del final cuando marchaba 8º, muy lejos de donde se esperaba. Debía trabajar en la adaptación al nuevo coche.

Para la segunda cita en Suecia, Seat volvía a poner toda la carne en el asador, poniendo en liza un tercer coche para Rovanperä, que volvía a trabajar con Seat. Gardemeister una vez más se mostraba el más rápido desde el inicio, pero las cosas no iban del todo bien. Los tres pilotos estaban en el segundo pelotón lejos de la cabeza. Las ruedas Pirelli no se mostraban en la nieve tan competitivas como las Michelin, algo que también estaba sufriendo Subaru. Al final Gardemeister tenía que abandonar por problemas mecánicos después de algún crono interesante y Auriol y Rovanperä acababan 10º y 12º a 5 y 7 minutos respectivamente, muy lejos.

 

De la nieve al calor de Kenya. La tercera cita es la más dura del mundial, un Rallye muy diferente a lo común, donde no prima la velocidad y si evitar los problemas. La prueba no podía empezar mejor para el equipo español, Auriol marcaba el scratch en el primer tramo y Seat Sport lideraba un Rallye por primera vez en su historia. Gardemeister estaba 5º, pero el joven finlandés no llegaba muy lejos, y abandonaba en el tercer tramo. Por su parte Didier Auriol se afianzaba entre los más rápidos a mitad de Rallye se colocaba 3º y no abandonaría esa posición hasta el final, por detrás de los dos Subaru. Se ve que las Pirelli aquí si trabajaron bien. Otro pódium para Seat y en el Safari, para estar muy contentos. Se esperaba que con este resultado, Auriol se enganchara de nuevo al campeonato.

Había muchas ganas del Rallye Portugal, que siempre es la referencia, al ser el primer Rallye de tierra “normal”. Auriol se mostraba muy competitivo desde el inicio, luchando de tu a tu con todos en una prueba con una competencia feroz. El primer día acababa sexto y con grandes opciones de pódium. Por su parte Gardemeister sufría muchos problemas mecánicos que no le permitían lucir como en otros Rallyes. A partir de la segunda jornada Rallye para olvidar. Auriol empezó a tener todo tipo de problemas y sólo se salvaba algún crono destacado de Gardemeister. Actuación muy pobre cuando había muchas esperanzas.

De nuevo con la vuelta al asfalto se llegaba al Rallye de casa, Cataluña. Por supuesto Seat había trabajado mucho en tener un coche realmente competitivo en asfalto, con la ayuda de Didier pensaban que esta vez si, podrían estar peleando por la cabeza. Pero la realidad fue bien distinta. En una condiciones atmosféricas de lluvia el primer día, los dos Seat oficiales no encontraron el feeling. Gardemeister debutaba en el Cataluña y se retiraba en el décimo tramo cuando estaba 13º. Auriol no marchaba mucho mejor, realizando cronos muy irregulares y acabando el Rallye 13º al perder tiempo el último día, decepcionante.

Por desgracia el bache de resultados iba a continuar en la siguiente cita. En Argentina increíblemente los dos coches sufrían el mismo problema(embrague) y en el mismo tramo, y abandonaban en la primera etapa con pocas conclusiones que sacar. Más de los mismo en el Acrópolis, mientras que en Nueva Zelanda los que fallaron serían los pilotos, con Gardemeister abandonando en el primer tramo en un accidente fortísimo y Auriol en el segundo día, también en otro golpe.

En Finlandia Seat Sport estrenaba en el Córdoba la Evo 3. Con mejoras en el rendimiento del motor y la aerodinámica, el equipo no tiraba la toalla y seguía trabajando para recortar la distancia que los separaba de las 4 marcas que marcaban el ritmo en el campeonato, Peugeot, Subaru, Mitsubishi y Ford.

Pero lo cierto es que en Finlandia estos avances no eran suficientes. Con Gardemeister corriendo el Rallye de casa se esperaba mucho de él, pero sólo un 6º tiempo parcial fue lo mejor que pudo conseguir, abandonando en la segunda jornada cuando marchaba 10º. Por su parte Auriol empezaba muy bien, con un 5º crono parcial, pero se iría deshinchando y cada vez más peleado con el coche acababa el Rallye en una discreta 11ª posición.

Antes de la siguiente cita en Chipre saltaba la noticia. Seat Sport anunciaba que se retiraría de los Rallyes al final de la presente temporada. Un aunténtico jarro de agua fría para el deporte español. Se trataba de una decisión repentina y nada esperada tras tener un proyecto a largo plazo, pero tras unos resultados que no acabaron de ser los que se esperaban, por diferentes estrategias del grupo decidían cerrar el programa oficial de Seat en los Rallyes. Situación difícil en la que quedaba el equipo, con cinco Rallyes aún por disputar en los que tendrían que seguir dando la talla.

Chipre era un Rallye nuevo para todos, muy lento y muy duro. Seat llegaba después de la noticia y se hizo complicado por todos los lados. Auriol empezaba bien, entre los 5 primeros pero problemas de dirección asistida lo retrasaban hasta el abandono el primer día. Por su parte Toni Gardemeister empezaba algo perdido el Rallye. Cuando ya se había afianzado en una aceptable 7ª plaza una salida de carretera acababa con su Rallye y el del equipo Seat. Otro resultado negativo, demasiados ya.

La siguiente cita era en la isla de Córcega y significaba la vuelta al asfalto. Un terreno en que el Seat aun no había demostrado nunca velocidad. Auriol, ganador en Córcega 6 veces, llegaba con ganas de redimirse en el Rallye de casa, aun sabiendo las limitaciones del coche y también de los neumáticos Pirelli frente a Michelin. Didier realizó una prueba muy completa y el Seat demostró haber mejorado, pero no lo suficiente. El resultado fue una 8ª posición, eso si, mucho más cerca de la cabeza que en otros Rallyes, terminando a algo más de 3 minutos del ganador, y permitiéndose el lujo de marcar un segundo mejor tiempo en el último tramo. Auriol aquí dio el do de pecho sin duda. Por su parte Gardemeister era su primera vez en Córcega con lo que eso significa, y sus tiempos fueron mucho más lentos, pero conseguía llegar hasta el final. En el San Remo más de lo mismo, Auriol lo intentaba todo aunque se quejaba bastante del comportamiento del coche (se mueve como una culebra), y alternaba buenos tiempos con diversos problemas y acababa fuera de los diez primeros. Gardemeister abandonaba en la segunda etapa sin ningún tiempo destacable.

Las dos citas que cerraban la temporada volvían a ser Australia y el Rac de Inglaterra. En la vuelta a la tierra el Seat demostraba que sobre este terreno era mucho más competitivo. Lo mismo le pasaba a Gardemeister, mucho más cómodo en la gravilla de Australia. El finlandés en un buen Rallye conseguía terminar 6º cerca del pódium, aunque eso si, los Seat se veían superados por primera vez en la temporada por el equipo Hyundai, lo cuál no les dejaba en buen lugar. Auriol con algún que otro problema terminaba más retrasado, pero también dejaba varios cronos entre los tres primeros.

La temporada y el ciclo de Seat Sport se cerraba en el siempre difícil Rallye de Inglaterra. Para la ocasión Seat se daba un homenaje, y recuperaba para este Rallye a dos viejos conocidos, Harri Rovanperä y Gwyndaf Evans. Por primera vez el equipo contaba con 4 unidades y el más rápido de todos volvía a ser Didier Auriol. El francés rodaba sobre todo el primer día luchando con los mejores, llegando a situarse en el pódium, pero se iría deshinchando poco a poco para acabar finalmente 9º con Rovanpera 10º y un Gardemeister que acababa un año demasiado duro e irregular en el puesto 12º después de varios contratiempos.

 

Así se cerraba una temporada y una época para Seat Sport. Un intento de llegar a la cima de los Rallyes pero que por unos u otros motivos las cosas no salieron como se esperaba. Fue un verdadero orgullo para los aficionados tener un equipo español, siempre entregado y que dieron todo lo que tenían. La marca decía adiós a los Rallyes a finales del año 2000 y hoy en día seguimos esperando su vuelta, algo que parece bastante utópico.

 

 

 

Borja Romero.