Oliver Solberg y Volkswagen salieron victoriosos de una gran pelea entre cinco marcas, y 30 inscritos en total.

La segunda categoría del WRC, los RC2 cada día tiene más interés, y en este Rallye de Estonia se juntaban nada menos que 30 coches, representando a cinco marcas. La FIA desde principio del año pasado optó por separar estos coches en dos categorías, una para los "oficiales" y otra para los "privados", otorgándoles este año el nombre de WRC2 y WRC3 sucesivamente. Esta parecía una buena medida para contrarrestar el gran poder que tenía Skoda en anteriores temporadas, con un equipo totalmente de fábrica. Pero la salida del equipo checo a nivel oficial ha hecho que este año de los 4 Rallyes disputados, en 3 el piloto más rápido ha sido uno de una estructura privada, quitando todo el sentido a esta separación. Por eso, en nuestro análisis entendemos que es mucho más interesante el sacar los datos de todos los R5 juntos.

Como en Estonia teníamos a las cinco marcas más implicadas en la categoría presentes, vamos a sacar los datos a partir de los CINCO mejores clasificados en cada tramo. Skoda era la marca con mas representantes con 9 unidades, Citroën y Ford se presentaban con 6 coches cada una, Volkswagen tenía en Estonia 5 unidades y Hyundai 4. 

El gran dominador de la prueba fue Oliver Solberg, sus datos son impresionantes. El jovencisimo piloto sueco que aquí participaba con su VW Polo R5 se haría con el liderato en el TC4 y ya nadie podría volver a superarlo. El chico de 18 años es rapidísimo y está llamado a ser una gran estrella de este deporte, pero lo más destacado aquí en Estonia, es que pese a su juventud no tuvo ni un solo error. Y esto lo demuestra que estuvo en todos los tramos entre los 5 más rápidos de la categoría, consiguiendo un total de 8 scratch (el doble que el siguiente). Esto demuestra que VW aún sin estar implicada de forma oficial tiene un coche capaz de ganar. Solo otro piloto de VW fue capaz de hacer algún tiempo en el TOP5, Karl Kruuda en el Rallye de casa consiguió hacer dos 5º y un 4º mejor tiempo, pero tuvo una actuación irregular.

Mads Ostberg llegaba a Estonia después de quedar segundo en el Rallye de Letonia del ERC también detras de Solberg. En Citroën realizaron dos días de desarrollo del coche en Estonia y esperaban que con la experiencia de Ostberg les alcanzase para batir a todos los R5. Mads arrancó con un scratch en la SS y estaba en la lucha hasta que en el TC4 sufría un pinchazo y perdía 28 segundos y el tren de cabeza. Se repuso y al igual que Oliver Solberg consiguió marcar un tiempo en el TOP5 en todos los tramos (menos en el del pinchazo). Mads sumó 4 scratch y remontó hasta la segunda plaza, quedandose a 38 segundos de Oliver, podría haber luchado por ganar. Entre los demás Citroën destacó en sobremanera un gran Marquito Bulacia. El joven boliviano acabó 6º y lucho todo el Rallye contra nombres muy importantes en un Rallye nuevo y atípico para el, gran gran Rallye. También sorprendió el estadounidense Sean Jonhston y por contra se esperaba más de los franceses Ciamin y Rossel. Citroën sigue mejorando día a día un C3 que está sin duda para pelear con todos.

Jari Huttunen acabaría 3º con Hyundai. El finlandés, rapidísimo en este tipo de Rallyes no empezaría con buen pie, ya que en la primera sección sufría un pinchazo lento y problemas de dirección, que lo descolgaron de luchar por la victoria. A partir del TC5 se metería regularmente en el TOP5 llegando a realizar dos scratch el segundo día. El ganador de Suecia volvería a superar a los dos pilotos "oficiales" Veiby y Gryazin. Por su parte Gryazin tuvo un buen Rallye con cuatro terceros como mejores tiempos, hasta un pinchazo en el último tramo cuando estaba 5º. A Veiby por su parte poco se le puede valorar ya que tuvo muchos problemas todos el Rallye. El Hyundai vuelve a demostrar en un Rallye rápido y sobre tierra al igual que en Suecia puede rodar al ritmo de los mejores.

Skoda era la marca con más pilotos presentes, pero no parecía disponer de un piloto capaz de ganar en Estonia. Una de las sorpresas del Rallye fue sin duda el rendimiento tanto del local Egon Kaur como del polaco Kajetanowicz. Kaur marcaba el mejor tiempo en el TC2 y desde el inicio se peleaba con Solberg, colocandose en una impresionante segunda posición que conservaría casi hasta el final. Y es que a falta de tres tramos tendría una pequeña salida y un pinchazo en el tramo siguiente que lo condenaban a la 4ª posición. Tampoco tendría suerte Kajetanowicz, el polaco asistido por el equipo español de RaceSeven también tenía un ritmo impresionante desde el inicio llegando a los últimos tramos 4º en pelea constante con Ostberg. Cuando llegaron los problemas para Kaur ascendió a la tercera posición, y en el último tramo se jugaban la segunda posición Ostberg, Huttunen y el propio Katjo. El desastre para el polaco llegaría tras una salida de carretera y abandono en ese último tramo. Pontus Tidemand en otro Rallye decepcionante para su nivel demostrado en años anteriores era 7º superado por pilotos con menos experiencia. Eyvind Brynildsen con otro Skoda acababa 8º cerca de Tidemand.

Los Ford Fiesta de M-Sport llegaban a Estonia con la alineación de pilotos menos competitiva sin duda. No se esperaba grandes resultados de ningun piloto del equipo británico, pero lo cierto es que Adrien Fourmaux estuvo muy inspirado. El piloto francés aprovechó la experiencia de haber participado en la prueba el año pasado y fue el único Ford en colarse en el TOP5 en varios tramos. En el TC3 marcaba un gran 3º tiempo y luego marcaría otro 4º y dos 5º, acabando el Rallye en una gran 5ª posición final. Por su parte Jan Solans realizaba su segundo Rallye con el Fiesta R5, pero en un terreno desconocido y con poca experiencia en el coche no consiguió meterse en el TOP5 en ningún tramo, marcando un 8º mejor tiempo en el TC4. M-Sport necesitaría poner un piloto de primer nivel en este tipo de Rallyes, para demostrar el potencial real del Fiesta.

 

La tremenda igualdad que tiene esta categoría hace que los cinco primeros clasificados fueran cinco marcas diferentes, y las diferencias las marquen los pilotos. Por lo tanto la victoria de Oliver Solberg nos parece una hazaña de grandes dimensiones y lo coloca en una posición en la que las marcas de los principales equipos se estarán frotando las manos por tenerlo en sus filas.

 

 

Borja Romero.